Una nueva mirada hacia la depresión-I

backlight portrait of depressed brunette
Una nueva manera de ver la depresión

Hola, voy a iniciar este tema desde lo que he aprendido como terapeuta, lo que he leído y también desde mi experiencia personal.

Sé que es un tema muy solicitado, que generalmente intimida y nos da miedo tratar, sin embargo, querámoslo o no, nos atañe porque es tema del que tenemos mucho que aprender.

Lo haremos entonces poco a poco…

Yo personalmente, he pasado por momentos muy difíciles en los cuales la depresión  ha estado presente.

De manera silenciosa y natural me ha acompañado en momentos de duelos y pérdidas. He tenido entonces que aprender a conocerla, reconocerla como parte de procesos que finalmente me han servido para crecer y aprender,  sobretodo a responder al reto de hacerme cargo de mi misma, nada fácil por cierto!

Haremos juntos un recorrido de diferentes propuestas para tener una idea general y lo más completa que se pueda sobre la depresión que es considerada como una enfermedad de gran impacto social por la manera en que interrumpe y altera la vida de los que la padecen, ya que el índice de afectados asciende  al 10 % de la populación mundial según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el número de personas que usan antidepresivos aumenta de manera alarmante al grado de que algunos podrían considerarla un “epidemia mundial”, pero despreocúpense, no es contagiosa.

Hay dos tipos de depresión:

–   Exógena

–   Endógena

Si tomamos en cuenta su naturaleza, la depresión se presenta como una reacción a eventos externos específicos, como las pérdidas que como todo proceso de duelo implica dolor, tristeza, desesperanza. A este tipo de depresión se le llama depresión reactiva o exógena. Como está relacionada a situaciones específicas generalmente podemos considerarla de gravedad leve, sin embargo si el duelo no se resuelve en el tiempo apropiado (un año aproximadamente) y si se presentan varias recaídas y el duelo se prolonga puede considerarse grave.

Las causas de este tipo de depresión pueden ser múltiples y diversas:

la pérdida de un ser querido (aunque el intenso dolor y la desesperanza acompañan a cualquier pérdida, creo que el tipo de muerte puede hacer que la herida sea más difícil de sanar cuando la muerte es inesperada-súbita, ya sea por accidente, suicidio, asalto, secuestro o en situaciones de muertes masivas que al ser eventos traumáticos dejan una huella todavía más profunda).

La depresión reactiva también se puede presentar después de un parto, cuando los hijos crecen y se van de la casa a iniciar su propia vida dejando “el nido vacío”, cuando hay abandono de alguno de los padre o cónyuges, divorcio o separación, pérdida de trabajo, pérdida de estatus económico y social, pérdida de la salud por enfermedad o accidente, el nacimiento de un hijo con alguna discapacidad o incluso la pérdida de la belleza y de la figura.

Si tomamos en cuenta las causas biológicas estamos hablando de depresión endógena, y ésta se presenta independientemente de los eventos externos.

Por sus síntomas ésta puede ser monopolar, en la que se presentan sólo episodios depresivos más o menos graves y con cierta regularidad. En el caso de que los síntomas depresivos se presenten alternados con fases de euforia estaremos hablando de trastorno bipolar maniaco-depresivo.

Si la depresión no es acompañada por otro trastorno, es decir se presenta como cuadro único se considera depresión primaria, sin embargo puede presentarse relacionada a otros problemas como el alcoholismo, fobias y  la esquizofrenia, entonces se considera depresión secundaria.

Con estos elementos nos toca reconocer qué tan grave es, si está relacionada a alguna pérdida o evento traumático, qué tanto los síntomas son persistentes, y el impacto que tiene en nuestras vidas, para entonces reconocer que necesitamos ayuda!

Lo primero es hablar con tu médico de confianza para que te ayude a hacer un primer diagnóstico. Si la depresión se considera leve es recomendable buscar la ayuda de un tanatólogo para superar el duelo e iniciar una psicoterapia, necesitarás entonces encontrar la que mejor se adapte a tus necesidades y quizá sea conveniente hacer algunos cambios en tu estilo de vida que favorezcan una mejor recuperación y disminuyan los estados de ansiedad y angustia que generalmente acompañan la depresión (por ejemplo hacer más ejercicio, comer saludablemente, disminuir sustancias adictivas como el café y las bebidas de cola, fumar cada vez menos)

Si el diagnóstico es de una depresión grave es importante que busques la ayuda de un médico especialista, es decir un psiquiatra por que probablemente necesites medicamento, de todos modos convendría que entres también a una psicoterapia ya sea grupal o individual.

Yo creo que la mayoría tiene miedo al diagnóstico y sobre todo se rehúsa a tomar medicamento; lo común es decir  “yo no estoy loco”, sin embargo la detección e intervención oportuna es de vital importancia sobre todo cuando la persona presenta falta de confianza en sí misma,  ha perdido el deseo de vivir, es emocionalmente dependiente, se aísla, se siente atrapada y sin recursos, aparecen deseos de morir o ideas suicidas, sintiéndose como dicen algunos pacientes caer en “un pozo profundo” o como “muerto en vida” . Más que asustarse hay que buscar alternativas de solución! De eso se trata éste artículo.

Ahora bien…la pregunta obligada que tendríamos que hacernos es,  si realmente los medicamentos para combatirla son, en la mayoría de los casos necesarios y están siendo recetados por especialistas (es bien sabido que muchos médicos generales, en su afán de ayudar a su paciente, recetan fácilmente antidepresivos y en la mayoría de los casos el paciente desconoce los efectos secundarios del medicamento) porque la duda que queda es, qué tanto podría estar siendo más bien un negocio para la industria farmacéutica ésta necesidad de fármacos, a veces indiscriminada otras irresponsable, que se ha generado ante el problema de la depresión.

Estoy conciente que hay casos en donde no sólo son necesarios sino indispensables,  que existen productos que en la práctica médica son muy recomendables y también en mi trabajo como psicóloga y psicoterapeuta me he convencido que  los profesionistas de la salud mental necesitamos resolver el problema desde sus raíces y atacarlo desde diferentes frentes.

Lo importante es que ya hay algunos especialistas que están proponiendo otras maneras de ver esta enfermedad, planteando nuevas hipótesis que den respuesta al origen de este trastorno del estado de ánimo.

Una de ellas es Maussa Nabati, psicoanalista, psicoterapeuta e investigadora. Doctora en psicología por la Universidad de París y autora de varios libros, entre ellos el que nos está sirviendo de referencia “La depresión una prueba para crecer? “, Librairie Arthème Fayard, 2005

Ella introduce el tema desde el título de su libro, como una pregunta y al mismo tiempo como una afirmación, consciente de que es un título provocador y que refleja sobretodo  una toma de posición que responde a una convicción personal, sabiendo  que millones de personas la sufren y que algunas de ellas han perdido el deseo de vivir o quieren morirse.

De acuerdo a Maussa Nabati, “parte del miedo y la vergüenza que nos da hablar de la depresión y aceptar su presencia en nuestras vidas o en la de nuestros seres queridos radica en que no sabemos identificar los síntomas, ya que no son claros a simple vista.

El comenta que “a diferencia de las enfermedades físicas donde los síntomas son evidentes y pueden ser diagnosticados en  exámenes de laboratorios, la depresión se esconde, genera sentimientos de incomprensión y de impotencia ya que no sabemos de dónde viene ni como sobrellevarla. Se convierte entonces en un mal extraño y misterioso que inquieta”.

Para empezar a comprender este trastorno en el estado de ánimo que  da miedo porque evoca para muchos “la locura” , el Dr. Maussa Nabati nos da tres características claves:

Un cambio drástico de humor

“Este es el síntoma más frecuente y el que más se manifiesta. La persona presenta un aspecto sombrío, negativo y negativista, una visión pesimista, dramática y dramatizante de la vida, del pasado, del futuro y del presente. La existencia se aborda en su totalidad con un tinte trágico, triste, moroso, malhumorado.

El bloqueo

Este síntoma invade casi todos los ámbitos de la vida de la persona: relacional, sentimental, psicológico, corporal. Se caracteriza por  que la persona se cierra, se repliega en si misma y se aísla, pero también  descuida en general sus actividades, incluyendo las recreativas y  las responsabilidades.

Cuando se está deprimido no se tiene ganas de nada, todo parece un trabajo penoso, tan difícil como “escalar una montaña”, complicado; una gran fatiga se apodera de la persona. Se pierde la vitalidad, la voluntad, la combatividad, la motivación, la energía. Baja el apetito así como el deseo sexual, dando lugar a la impotencia y a la frigidez.

El sueño es perturbado por el insomnio o la persona se despierta varias veces durante el sueño. El tránsito intestinal se hace lento al igual que el conjunto de las actividades mentales (la concentración, la memoria, el razonamiento).

El sufrimiento moral

La persona deprimida sufre de su estado en la medida en que su conciencia se conserve intacta. Este sufrimiento se traduce por sentimientos de inferioridad, de fracaso, la persona se denigra a sí misma; al mismo tiempo surge la angustia, sobre todo en las mañanas, también aparece la culpa así como una impresión terrible de no poder ser curado y la certeza de que no se va a poder salir jamás de ese estado. Esta es la razón por la que algunas personas con depresión intentan suicidarse con la esperanza de recuperar la paz de su alma así como de terminar de causar problemas a su alrededor”.

Ahora bien…Una de las cosas que me pareció muy interesante de la propuesta de Maussa Nabati es que defiende la hipótesis  según la cual el origen y el significado de la depresión  nos refieren a la existencia de una culpabilidad antigua e inconsciente, curiosamente se trata de una culpabilidad imaginaria engendrada en la infancia, como una manera de reparar el sufrimiento de otros y el suyo propio.

Aparece en la infancia cuando se ha sido testigo, heredero o víctima impotente de maltrato, violencia, abandono, rechazo, abuso, enfermedad, depresión y muerte. Nace en el niño  cuando por imposibilidad  o rechazo de sus padres, ha sido privado del amor y la seguridad que tanto necesita para crecer saludablemente.

Hay diferentes roles o maneras de asumir esta culpa inconsciente:

Una de ellas es “el niño interior culpable” porque, aunque no haya hecho nada malo, está convencido de el sufrimiento de los demás y el suyo propio son su culpa.

A mi personalmente me queda claro y creo que tiene mucho sentido ya que lo viví en carne propia: la hermana que tanto deseé y pedí nace con discapacidad, esto produce no sólo un gran dolor en mis padres sino también un gran distanciamiento entre ellos, uno al otro se echaban la culpa; desde entonces yo decidí desde mi omnipotencia infantil reacatarlos, cuidar a mi hermana lo que me llevó finalmente a estudiar psicología en lugar de artes plásticas que era mi verdadera vocación. Sin embargo esa decisión me permitió descubrir mi capacidad de servicio y ha sido una gran motivación en mi propio proceso de crecimiento. Finalmente fue una buena inversión, por eso estoy aquí y ahora buscando y compartiendo alternativas de solución!

Otro de los roles que utilizamos para sanar nuestra culpa es la de convertirnos en “niños terapeutas” convencidos de que nuestra misión es la de reparar. Nos ponemos entonces al nivel de nuestros padres y desde ahí  aspiramos, absorbemos como esponjas el dolor y la tristeza de nuestros seres queridos, haciéndolas nuestras.

Posteriormente ya siendo adultos usaremos constantemente recursos para disminuir la culpabilidad por haber sido testigos, herederos del abuso y de la violencia a través de dos estrategias o mecanismos de defensa, es cuando aparece lo que Maussa Nabati llama “el complejo de Abel”.

Buscamos entonces expiar nuestra culpa, castigándonos de manera masoquista por el fantasma de nuestra maldad.

Cómo lo hacemos?

Maltratándonos, descuidándonos, saboteando nuestros proyectos, impidiéndonos disfrutar lo que la vida ofrece, siendo severos,  negativos y exigentes con nosotros mismos. Todo esto se resume en no sentirnos con derecho de ser felices. Qué fuerte no?

Al mismo tiempo gastaremos una gran cantidad de nuestra energía en la conquista de nuestra inocencia para demostrar a los demás y a nosotros mismos que somos inofensivos, buenos y que no somos culpables. Esto nos lleva sobretodo a sacrificarnos por los demás y a satisfacer sus demandas, lo que se refleja en un altruismo excesivo. Terminamos entonces descalificando nuestras propias necesidades y deseos, calificándolas como “egoístas”.

El problema es que ninguna de estas dos estrategias defensivas sirven para clamar la culpa. Por el contrario, ésta continuará creciendo en la oscuridad esperando el día en que ser reactivada.

Entonces la depresión aparece a partir de un evento traumático en el presente (como el abandono, una decepción amorosa, o la pérdida de un ser querido) que hace eco y se conecta en el mismo sentido con los eventos traumáticos del pasado, reanimando la culpabilidad inconsciente del niño inocente.

Es como si el pasado y el presente se entrecruzaran, en donde el pasado inunda el presente…

Esta es la razón por  la que Maussa Nabati  considera que la depresión lejos de ser considerada una enfermedad a curar, representa una oportunidad, una ocasión privilegiada de cambio y transformación, a pesar del sufrimiento que la acompaña … puede ser útil para renacer y devenir finalmente uno mismo, quien siempre hemos querido y tenido derecho de Ser .

Desde este punto de vista podríamos considerarla una señal de alarma, un espejo que refleja un malestar que proviene del pasado y que aunque no refleja la imagen ideal que tenemos de nosotros mismos nos invita a escucharla y dejarla de ver como una enemiga interna a la que hay que combatir. Recordando también que a mientras más la reprimamos adquirirá mayor  fuerza y reaccionaremos más intensamente.

La depresión es diferente entre hombre y mujeres?

No, la depresión concierne a los dos sexos, reflejando tanto en hombre como mujeres los mismos nudos emocionales y sufrimientos. La Dra. Nabati considera que a diferencia del hombre que se repliega a sí mismo en el silencio emocional para evitar ser visto como débil, la mujer se deprime más fácilmente porque es más sensible a la depresión que la rodea y la absorbe en el afán de sanarla.

Para comprenderlo mejor es importante mencionar  que la mujer se encuentra más expuesta al peligro que el hombre por razones psicológicas y culturales. Por su sensibilidad tiene mayor capacidad de involucrarse afectivamente y  lo hace por completo, siendo muy  receptiva a lo que sucede a su alrededor ya sea positivo y negativo del ambiente. Esto la pone muchas veces en una posición vulnerable  ya que sus límites emocionales no son suficientemente fuertes.

Es interesante observar cómo la depresión en la mujer moderna se ha incrementado, y cómo las influencias culturales en el afán tramposo de convencerla de emanciparse la llevan a buscar la perfección, el poder , exigiéndole que sea bella, combativa, delgada, dulce, sexy, madre, amante…afuera y adentro. Surge entonces la frustración y la culpa por no poder cumplir con esta imagen ideal que entra en conflicto con la del niño interior.

Por mi experiencia como psicoterapeuta coincido con ella en que el evento que desencadena la depresión sólo juega un papel importante, es sólo un detonador pero… no la crea.

Su origen se encuentra en las peripecias de nuestra infancia!

Entonces, cualquier evento traumático o pérdida en nuestra vida adulta, en el aquí y el ahora – pérdida de un ser querido, separación, abandono, pérdida de trabajo, enfermedad, aborto – no hace más que revivir la vieja culpabilidad inconsciente y debilita las defensas que hasta ahora nos protegían.

Por qué y para qué esta culpabilidad?

Cuando estudié el diplomado en tanatología nos insistían en trabajar la culpa que acompaña la mayoría de las pérdidas; había que arrancarla de raíz ya que no es algo que sirva sino más bien que estorba.

Desde la propuesta gestalt aprendí que la culpa “es un resentimiento no proyectado” y en  mi entrenamiento en hipnosis ericksoniana descrubrí que la única manera de  resolverla era convertirla en responsabilidad. Ser responsable es tener la capacidad de responder a lo que la vida nos enfrenta o a las consecuencias de las decisiones que tomamos. Esto quiere decir que para liberarnos de la culpa necesitamos aprender a dejar de reaccionar como niños y dar la cara como adultos asumiendo la responsabilidad de nosotros mismos con todo lo que eso implica!

Aquí viene lo interesante… el Dr. Nabati nos recomienda que lo primero que tenemos que hacer si queremos sanar nuestra depresión es “entrar” en ella, aceptarla, tomar conciencia de la culpa adquirida y de haber sido una víctima inocente. Esto nos permitirá reconocer nuestra necesidad de expiación a sí como nuestra desesperada y desesperante necesidad de demostrar nuestra inocencia!

Sólo así podremos “sanar las heridas de la infancia relacionadas con la culpa, y así rescatar a nuestro niño interior”.

Hay muchas maneras de hacerlo e iremos revisándolas conforme avancemos… Mi sugerencia inicial sería que conozcas algunas propuestas terapéuticas que por mi experiencia sé que funcionan:

–   Lo primero que te sugiero aprender es darte cuenta de lo que sientes,  la manera en qué tu cuerpo lo experimenta. Para esto además de  las Terapias psico-corporales te recomiendo mucho la Terapia de Arte, a través de ella descubrirás  la madeja de emociones que han tejido y delineado tu proceso de depresión. Además el poder expresarlo y verlo fuera de ti dibujado en un papel te dará una nueva perspectiva del problema y te ayudará a comprender muchas cosas.

–   -La Terapia Cognitiva te ayudará a conocer y mejorar tus patrones de pensamientos, te audará a tomar mejores decisiones y te habilitará para hacer cambios en tus creencias que son -estemos conscientes o no- las que principalmente dirigen nuestra vida. Somos lo que pensamos!

–   La Hipnosis Ericksoniana te ayudará a conocer más sobre cómo le haces, es decir rastrear el síntoma y cambiar el patrón en la manera que enfrentas los problemas. Aprenderás a relajarte, a utilizar tu mente inconsciente para crear realidades internas más saludables,  a lograr cambios de comportamientos específicos. Es una excelente oportunidad para sanar las heridas, poner límites saludables y crecer.

–   Tanto la
Terapia del Campo Mental del Dr. Callahan como la Psicología Energética “tapping”, basadas en los mismos principios, son una manera muy efectiva, rápida y sencilla para borrar el impacto de los eventos traumáticos, angustia, fobias, y la depresión; puedes además aprender a manejar las situaciones estresantes por ti mismo ya que es una técnica que, aunque inicialmente es compleja en su metodología, resulta sencilla en su aplicación y puedes hacerla en cualquier momento, lugar, tantas veces como lo necesites.

Entonces…además de encontrar la ayuda médica y psicológica que necesites para descartar la posibilidad de una depresión endógena. Mi sugerencia  sería que te des tiempo para aprender a utilizar el arte como una manera de expresar tus sentimientos y emociones, para conocerte más e ir descubriendo tus avances en este proceso. Escribir es otra manera excelente de expresar y sacar afuera el dolor, la tristeza y avanzar.

Lo importante es comenzar  a cuidarte y aceptar el reto de utilizar la depresión como una oportunidad para crecer!

Si quieres asesoría para aprender usar el arte en tu proceso y también escribir sobre lo que te pasa, contáctame en  teresaguirre@plenitudhumana.com.

Saber que hay alguien que te escucha es importante!

Te recomiendo también varios artículos en este mismo sitio:

–   Los mandalas como herramienta terapéutica

–   Trauma psicológico

–   Terapia del Campo Mental

Encontrarán también sugerencias de tratamiento en www.dehiscencia.com

Hasta pronto, Tere Aguirre

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  • Ometotzin

    probando

  • Rey_gon8

    hola soy olga…  me ha dejado muy emocionada con este escrito realmente es interesante leer e ir viviendo mi propia depresion y como la voy esquivando….
    saludos

    • http://pulse.yahoo.com/_PMHQGEMMQU4K5AR3VLLQIFDQQE María Teresa

      Sabes? este escrito lo hice después de haber leído y procesado mi propio duelo, el de mi hermana realmente me sacudió y con este libro pude entender las razones. Gracias por tus comentarios y pronto voy a escribir m{ás al respecto porque además es uno de los tema en los talleres del congreso, hablar de la depresión desde esta perspectiva, qué te parece?
       

  • Rey_gon8

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