“Había una vez una malvada madrasta y una niña llamada cenicienta. La malvada madrasta daba un trato de esclava a la princesita cenicienta, degradándola de tal forma que se apoderó de sus bienes, de sus derechos, de su padre y hasta de su identidad. Y para ello no necesitó darle un solo golpe” (Martín Daly y Margo Wilson, 2000).
Este “cuento clásico” denuncia la violencia femenina que es capaz de ejercer una mujer sobre otros y otras, abusando del débil, humillando, aislando y controlando, aliándose con otras (las hermanastras) contra el personaje que elije someter. Estas mujeres son lindas y encantadoras ante los demás a fin de ocultar el daño que hacen y tener más libertad para actuar sin ser cuestionadas, sancionadas o detenidas.
Aunque es poco frecuente la violencia femenina, ocurre…y como mujeres tenemos la resposabilidad de participar en la desarticulación de la violencia. Y el primer paso al igual que en la violencia de los hombres es conocerla para identificarla y poderla denunciar asi como refrexionar sobre ella y aprender nuevos modos de relacionarse, más saludables.(Urra,2002)
De la violencia femenina son víctimas novios, maridos, hermanas, madres, ancianas y ancianos, suegras, sirvientas y desde luego menores de edad. Algunas veces se justifican diciendo “es por tu propio bien” como dice Alice Miller en el libro “Por tu propio bien”. Creen que pueden educar sólo lastimando” que “la letra con sangre entra”.
Son las villanas de telenovela que ilustran cómo las mujeres, sin llegar a la violencia física son capaces de dañar y anular a la protagonista articulando complots alrededor de la víctima, creando enredos que ocultan sus intenciones astutamente. (Taller de “violencia masculina” impartido a mujeres violentas, 2002).
Mujeres que reflexionan sobre su propia violencia
En un taller de “violencia masculina” que se dio en el 2002 a mujeres reclusas, para sensibilizarlas sobre cómo los hombres ejercen el poder a través de la violencia, las mujeres reflexionaron que ellas no pueden cambiar a un hombre violento y determinaron que para romper con el ciclo de la violencia tenían que hacerse cargo de su propia violencia.
Estas mujeres describieron que algunas mujeres llegan a los golpes pero que en general basta con humillar, ridiculizar, comparar, robar objetos apreciados por la otra persona, destruir objetos, quemar o hechar clarasol a su ropa, hacer un chisme, abandonar, rechazar, ser negligente, etc., todo para asumir el porder y el control sobre otros.
Desde luego la violencia masculina ha sido más denunciada porque involucra toda una sociedad que se impone a través del poder sobre el género femenino incluso validando y festejando al hombre que llega a matar una mujer permitiendo de esta manera la impunidad (Ramírez,2002).
Características de la violencia femenina:
- Es una violencia psicológica más que física. Caracterizada por humillaciones (abusos económicos e indiferencia afectiva, aislamiento, no inclusión del hombre en la familia y desvalorizaciones generalizadas.
- Ocurre en relaciones de pareja asimétrica: cuando el hombre tiene un rol laboral inferior al de la mujer o cuando la mujer es más jóven que el hombre y tiene altos niveles de exigencia.
- La violencia física es infrecuente pero cuando estalla, se manifiesta en ira reprimida durante mucho tiempo y/o de forma reactiva ante el maltrato físico, como defensa propia ante un miedo insuperable (como cuando una mujer ha sido sometida por un hombre violento durante mucho tiempo) “incluso llegan a matar al agresor” (ver a Urra,Javier, 2002 y Zarazua, 2000).
La violencia femenina es poco frecuente (Urra, 2002), sin embargo, una mujer puede llegar a abusar psicológicamente de un hombre tras un divorcio por ejemplo, pues puede obligarlo a sostenerla económicamente y no dejarlo ver a sus hijos si sabe que para ese hombre el vínculo paterno filial es muy importante.
¿Adoptando el rol masculino?
Hay mujeres que llegan a pegar, a destruir usando la fuerza física, pero este es un modo de actuar característico del género masculino. Es decir, algunas mujeres adoptan formas masculinas para ejercer el poder lastimando físicamente y atacando directamente a la víctima.
Mujeres que hostigan sexualmente al hombre
Mtra. Leticia Bustos y Mtra Ofelia Reyes Nicolat (2003, UNAM, Fac. de Psicología) en un taller de capacitación en el INCAPE sobre sexualidad femenina, describen como hay mujeres que también hostigan sexualmente a los hombres, pero que la víctima no se da cuenta, pues desde en enfoque de género, se entiende que el hombre ha aprendido que es bueno para su estatus ser sexualmente atractivo para las mujeres, hasta que por alguna razón, él decide parar los acercamientos de la mujer y descubre que la respuesta es ser amenazado (o intimidado) con perder el trabajo o el estatus, etc., si no accede al encuentro sexual. Pueden llegar hasta acusarlo de abuso sexual (siendo falso).
Concluyendo…
Se puede concluir que lo importante es comprender cómo y dònde ocurre la violencia femenina (desde el enfoque de la perspectiva de género), para promover nuevos modos en que las mujeres pueden relacionarse sin violentarse y sin permitir la violencia, contactándose con LA TERNURA característica del género femenino, posibilitando un mundo con respeto y equidad entre los géneros.
Cuestionario de reflexión sobre tu violencia femenina
Entendiendo la violencia como una forma de asumir el poder sobre otro (Susan Foward, 1993). Responde el siguiente cuestionario:
- Recuerdas algún momento en tu vida en el que te hayas dejado llevar por un acto violento y te hayas sentido culpable de lastimar física o psicológicamente a alguien. Descríbelo resaltando el miedo que provocas.
- ¿Qué detonó tu violencia y hacia quién la ejercías? ¿era más débil que tu?
- Si tu hubieras detenido tu acción violenta cómo sería (describe con detalles).
- Si hubiera otras alternativas de expresar tus sentimientos y satisfacer tus necesidades ¿cuáles serían?. Describe con detalles.
Asociaciones para reflexionar sobre tu propia violencia y desarticularla
- Centro de Atención Psicológica para Mamás. Av. Coyoacán 1012, Col. Del Valle, 03100, México, D.F. Teléfono: 55 75 09 72
- Colectivo de Hombre por Relaciones Igualitarias -CORIAC- Diego Arenas Guzmán 189, Col. Iztaccihual, 03520, México, D.F. Teléfono 56 96 34 98
Consulta Privada:
Psicóloga Imelda Dominguez Espinoza, Psicoterapeuta Ericksoniana Narrativa Colaborativa: imeldapsicol@hotmail.com
Bibliografía
- Daly, Martin y Wilson, Margo. La verdad sobre Cenicienta. Balmes. España, 2000.
- Forward, Susan,Cuando el amor es odio,Grijalbo,Mèxico,1993
- Miller, Alice. Por tu propio bien. Ed.Tuesquesa
- Ramìrez, Antonio. Violencia masculina en el hogar.Pax Mex. Mèxico,2002.
- Reyes,Ofelia y Bustos, Leticia. Curso de Sexualidad Femenina. (INCAPE), FACULTAD DE PSICOLOGIA, UNAM, Mexico,2003.
- Urra, Javier. Tratado de psicologia forense.Editorial Siglo XXI, España, 2002.
- Zarazua, Belèn. Violencia en la pareja. Editorial Aljibe, España, 2000.